Transmitir de forma entendible, realista y sincera qué resultados puede esperar un paciente tras someterse a una operación de cirugía estética es una cuestión fundamental. Por ello, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) ha recomendado valorar de forma conjunta con el cirujano los resultados potenciales de cada intervención, por encima de intereses económicos o deseos estéticos personales.

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Los iconos sociales hacen que el aumento de glúteos sea la intervención que más sueños irreales despierta en los pacientes.

En este sentido, propone como definición de “expectativas reales” en cirugía estética,“aquellas que tienen en cuenta la edad, los hábitos de vida y las condiciones físicas individuales de cada paciente; en concreto, las características anatómicas y la capacidad de cicatrización de la zona o zonas a intervenir y su deseable proporción respecto a las zonas adyacentes”.

Para incidir en la necesidad de considerar las expectativas reales como paso previo a cualquier intervención también han elaborado un decálogo:

1. Aumento de pecho: el aumento de pecho es la intervención de cirugía estética más demandada a día de hoy en nuestro país. En ella, los expertos basan las expectativas reales en una correcta exploración de la mama y una medición exhaustiva del pecho y el tórax, así como de la altura y el peso de la paciente, valorando posibles anomalías. Un complemento muy útil lo constituyen las técnicas 3D.

2. Liposucción: además de advertir al paciente sobre la posibilidad de tener que recurrir a una segunda intervención o a ciertos retoques tras una primera liposucción, en determinados individuos que presentan exceso de peso se recomienda una reducción previa de éste mediante dieta y ejercicio.

3. Cirugía de los párpados: es fundamental un estudio detallado de la piel del área que se va a intervenir para valorar su elasticidad, su hidratación, el funcionamiento de los músculos auriculares y la posible existencia del síndrome de ojo seco.

4. Rinoplastia: el objetivo debería ser lograr un resultado natural y en armonía con el resto de la cara, para lo que tiene que realizarse un estudio detallado de los rasgos y estructuras faciales del paciente.

5. Abdominoplastia: es conveniente saber que no sólo se realizará un estiramiento del abdomen, sino que también será necesaria una disminución de los flancos para dar una unidad estética y lograr una figura armónica y una estructura mucho más conjuntada.

6. Reducción de mamas: debe tomarse en consideración el cuerpo de la paciente con su contorno, pues lo que se persigue es la proporción. Además hay que valorar el posible efecto nocivo del tabaco, ya que en pacientes fumadoras se pueden producir alteraciones como pequeñas necrosis o costras en la areola.

7. Elevación de las mamas: los cirujanos necesitan valorar la elasticidad y la textura de la piel del pecho y advertir a la paciente de que los tejidos pueden haberse deteriorado si ha sido madre y ha dado el pecho.

8. Otoplastia: hay que insistir al paciente en que respete el tiempo de reposo necesario tras la operación.

9. Lifting facial: para el rejuvenecimiento facial se debe realizar un análisis riguroso de los tres tercios faciales del rostro del paciente y sus proporciones.

10. Aumento de glúteos: se trata de la cirugía en la que más expectativas irreales se observan en la actualidad, ya que, a diferencia de lo que ocurre en el aumento de mamas, no se dispone de tecnología para hacer simulaciones. A ello se une la influencia de personalidades famosas y otros iconos sociales.

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