La operacion biquini no es solo bajar de peso en tan solo unas semanas para aterrizar en el verano con la misma talla que el año anterior. Hay varias “patologías”, relacionadas entre ellas y derivadas de cambios de temperatura que aparecen en la primavera, atacan a nuestro cuerpo y nos obligan a tomar medidas para evitar sus no-deseadas consecuencias.
Un clásico en la Operacion Bikini. La celulitis aparece más frecuentemente en sitios donde hay más cambios de estaciones como es el caso del Mediterráneo, y se potencia además con dietas desequilibradas con bastantes grasas. También hay un componente genético que hace que, por ejemplo, las mujeres asiáticas no tengan este problema. «La celulitis es una reacción inflamatoria del tejido adiposo, que se atrofia al reproducirse demasiado para conseguir mantener la temperatura corporal a 35 grados».
Especialmente recomendables contra la celulitis son los alimentos como las verduras (los espárragos, alcachofas y brócoli, que aportan fibra y minerales en las comidas), y sobre todo beber mucha agua (unos dos litros aproximadamente), y por supuesto recuerda utilizar el guante de crin (un secreto, en seco funciona mejor!).
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Siempre que aparece la celulitis y una zona del cuerpo aumenta de forma desproporcionada debajo de la piel, se produce la temida flacidez. «La piel se agrieta formando estrías y pierde la elasticidad». Así, al perder peso, la piel aparece menos tensa, menos hidratada y más envejecida.
Para combatir la flacidez que se produce con el paso de los años y con las bajadas de peso debidas a dietas desequilibradas, se recomienda especialmente la fruta por las vitaminas, legumbres por sus minerales, pescados con omega 3, frutos secos con omega 6 y aceite por el omega 9.
Y lo más importante, como ya sabemos, es la práctica de ejercicio físico. Lo ideal, combinar ejercicio aeróbico (running, natación, bicicleta…) con ejercicios de fuerza.
Un consejo: hazte una tabla de 5 minutos e intenta cumplirla todos los días (mejor por la mañana al levantarte, luego por la tarde da mucha pereza!), que inlcluya:
El sistema circulatorio, tiene que mantener la temperatura de nuetstro cuerpo a 35-36 grados. En las zonas del mediterraneo, donde hay 4 estaciones, bajo la piel debe haber más grasa aislante del frío a modo de abrigo en invierno y poca en verano, pero en las temporadas de cambio que son primavera y otoño ese proceso ocurre en un mes más o menos.
Eso en ocasiones provoca inflamación en las piernas y retención de líquidos, ya que el sistema no se adapta de un día para otro, tarda unas cuantas semanas. La dieta en estos casos debe ser drenante para poder reducir la retención de líquidos, con frutos rojos, verduras oscuras, pescado azul y legumbres. En cuanto a los alimentos salados y lácteos fermentados, mejor reducirlos.
El exceso de peso, es otro de los básicos a la hora de enfrentarse a la operacion bikini. Para poder reducir de peso en estas épocas de forma saludable hay que realizar desayunos muy energéticos, que no bajen la tensión para evitar la astenia.
Un desayuno muy potente y cenas muy ligeras.
Si nuestra dieta no es saludable, si es agresiva, desequilibrada en nutrientes, oligoelementos y minerales, colágeno, etcétera, lo primero que observaremos, además de la flacidez por falta de elasticidad, será el aspecto deshidratado, con falta de luminosidad del rostro, ojeras y más arruguitas en patas de gallo, mejillas, etcétera»,
Para evitar todo esto, se recomienda la ingesta de muchas vitaminas y minerales así como grasas vegetales, «pues ahí, junto con el pescado azul, encontraremos los nutrientes necesarios para lograr un buen aspecto».
Además de la piel envejecida, una dieta baja en calorías y drenante tendrá que ser equilibrada en otros nutrientes necesarios para que el cabello no se estropee y se caiga y para evitar que las uñas se hagan frágiles y se agrieten.
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