Aunque muchos expertos coinciden en las ventajas que brinda al paciente operarse en verano, todavía hay gente que no está del todo convencida. Los peros más frecuentes están relacionados con  la radiación solar y las altas temperaturas. Pero, ¿Qué pasa con las ventajas? Lo cierto es que también son muchas. En Clínicas Mato Ansorena confrontamos los pros y contras de la eterna pregunta: ¿Debería operarme o no en verano?.

La ventajas:

  1. No tienes que pedir la baja laboral: Puedes aprovechar tus vacaciones para pasar por quirófano, de esa manera no tendrás que dar explicaciones ni en el trabajo ni en tu entorno social si no quieres. Además pasarás un postoperatorio sin agobios.
  2. La ropa veraniega es más adecuada para la recuperación: En época estival los atuendos suelen ser más holgados y también se llevan menos capas de ropa encima. Esto hace que la recuperación del paciente tras una cirugía sea más llevadera, ya que la zona intervenida estará más aireada y no rozará con nada.
  3. Se cicatriza Mejor:  Se suele pensar que el sudor hace que las heridas cicatricen más despacio, pero no. Según recientes investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Michigan, el sudor ayuda a la cicatrización, puesto que las glándulas sudoríparas contienen grandes reservas de células madre, que son unidades anatómicas esenciales en el proceso de cicatrización del cuerpo humano.
  4. Suele ser más económico: julio y agosto, son temporadas con menor actividad en el ámbito de la cirugía. Al no haber tanta demanda, los precios de las cirugías pueden ajustarse un poco más.

Las desventajas:

  1. Las cirugías faciales están vetadas: Lifting, Rinoplastia, Blefaroplastia…Si el retoque en el que estás pensando es en rostro, el verano no es la época más recomendable para hacértelo. El problema radica en que la radiación solar es mucho más agresiva en ésta época y puede dejar manchas y marcas en las cicatrices. En el cuerpo se pueden tapar, pero en la cara es muy complicado.
  2. El sol no es un buen aliado: Durante las primeras semanas tras la operación se debe evitar el sol y las siguientes se debe utilizar una protección con un FPS muy alto. Y no únicamente para proteger las cicatrices, sino también para evitar que las heridas se inflamen.