En el mundo de la cirugía plástica, una de las intervenciones que más ha evolucionado a lo largo de los años es la rinoplastia o cirugía estética de la nariz.

Según los especialistas, se trata de una de las operaciones más difíciles y delicadas dentro de la cirugía estética, por lo que requiere gran experiencia y profesionalidad a la hora de llevarla a cabo.

La nariz es un elemento central en el rostro, por lo que atrae la atención de las miradas de los demás, de forma que los defectos en ella son difíciles de disimular. Y por otra parte, su anatomía se compone de tejidos delicados, como el cartílago, y de estructuras de pequeño tamaño que han de manejarse con gran precisión y habilidad.

Por esta razón, incluso para los expertos es difícil predecir de antemano los resultados que va a tener cada rinoplastia individual, puesto que muchos factores diferentes influyen en los mismos.

Se trata de una operación que se realiza con bastante frecuencia, ya sea por motivos estéticos o funcionales, es decir, para corregir problemas en la respiración nasal. Se estima que uno de cada 1.000 españoles se la ha realizado, y figura en quinto lugar entre las intervenciones de cirugía estética más solicitadas.

Sabemos que en los últimos 10 años la técnica de esta cirugía ha experimentado avances notables que posibilitan que los resultados sean mucho más precisos, y ajustados a los deseos del paciente, que antaño. No se trata tanto del empleo de materiales nuevos, como de cambios en el modo de utilización de los mismos.

Frente a la presencia tradicional de los “estigmas de rinoplastia”, es decir, detalles en la forma de la nariz que delataban que ésta estaba operada, los resultados de las técnicas actuales logran una naturalidad mucho mayor, de forma que hoy día es mucho más difícil identificar como tal a una persona que se haya sometido a esta cirugía.

Cada año crece el número de personas que quieren someterse a una operación de cirugía estética, no sólo rinoplastia. Por ello, es importante que todo aquel que vaya a recurrir a un cirujano plástico, se asegure de su profesionalidad y experiencia en el campo de la cirugía plástica, buscando siempre un profesional con la formación y titulación necesarias.

Esto muy importante siempre, y sobre todo cuando se trata de cirugías de alto nivel como la rinoplastia, que supone una modificación del rostro en su conjunto.