CRONOBIOLOGÍA NUTRICIONAL
¿Has pensado alguna vez si tu forma de comer está bien adaptada con los ritmos biológicos de nuestro organismo?
Como todos los seres vivos, el ser humano está sometido a un funcionamiento rítmico y regulado en el tiempo mediante los llamados ritmos circadianos, es decir, variaciones diarias de alrededor de 24 horas. No se trata de respuestas al entorno, se trata de ciclos controlados por relojes internos.
¿Estos ritmos circadianos influyen mucho en nuestro organismo?
Por supuesto, van a regular los ciclos de sueño y vigilia, la temperatura corporal (todos sabemos que la fiebre sube a partir de una cierta hora de la tarde…), la secreción de hormonas, como el cortisol…
¿Por qué nuestro organismo se rige mediante esos ciclos?
Pues probablemente porque que estar sincronizado con el entorno exterior confiere una ventaja competitiva que nos permite anticiparnos a los cambios del entorno y a ella han tendido los seres vivos.
¿Puede ser positivo adecuar nuestra alimentación a nuestros ritmos biológicos?
Sin lugar a dudas. A veces por desconocimiento y en muchas ocasiones debido al endiablado ritmo de vida moderno, adoptamos hábitos poco adaptados a nuestros propios ritmos.
Es saludable la puesta en marcha de una adecuada programación temporal de la alimentación siguiendo los biorritmos, para así poder optimizar, de una manera fisiológica, todas las funciones, puesto que estos ritmos diarios parecen estar implicados en las señales de hambre y saciedad, los horarios de comidas y finalmente en el grado de obesidad.
¿Es recomendable hacer 5 ingestas diarias?
Sí, porque se adapta mejor a los ritmos de secreción de la insulina. Se ha observado que alterar la ritmicidad natural de acción de la insulina interrumpe el entorno rítmico interno de los tejidos insulino-sensibles, y predispone a los animales a la resistencia a la insulina y la obesidad.
¿Qué es un neuro transmisor? ¿Podemos llegar a influir en ellos a través de la alimentación?
Los neurotransmisores son moléculas químicas que posibilitan la transmisión de mensajes entre 2 neuronas y que el cerebro se comunique con el resto del organismo para hacer posible las funciones fisiológicas. Existen decenas de ellos, pero podemos modular algunos de los más potentes a través de la alimentación y nutrición.
¿Influyen los neurotransmisores en nuestro día a día?
Por supuesto, van a influir en múltiples facetas de nuestro devenir diario como:
- Estado de humor (ánimo, deseos, bienestar…)
- Concentración
- Motivación, fuerza de voluntad
- Comportamiento alimentario
- Capacidad de “desconectar” al final del día
- Control de irritabilidad
- Regulación del sueño
¿Cómo podemos influir en los neurotransmisores? ¿En cuáles?
La tirosina es un aminoácido y es precursor de la dopamina y la noradrenalina, por lo que sería recomendable tomar por la mañana las proteínas ricas en tirosina como el huevo, queso o el jamón y los glúcidos de absorción lenta como el pan integral.
No debemos tampoco olvidar el consumo de vegetales, tanto a mediodía como la noche.
El triptófano, en cambio es el aminoácido precursor de la serotonina y la melatonina, que se sintetizan por la tarde y noche respectivamente, por lo que lo recomendable será tomar aquellos alimentos ricos en él por la tarde, como los frutos secos acompañados de una ración de fruta. Y la cena sería el momento para el pescado, el marisco, el pollo o pavo y la verdura de hoja.
¿Te cuesta mucho arrancar el día? ¿Te encuentras sin fuerzas mientras los demás ya están a pleno rendimiento? ¿Tienes una fuerte compulsión por el dulce durante la tarde-noche y hasta que no cedes a ella no te encuentras bien? A lo mejor tienes un déficit de un neurotransmisor y una adecuada pauta alimentaria y/o el empleo de la suplementación de un determinado aminoácido a ciertas horas, te pueden ayudar.