Testimonio Aumento de Pecho – A.R.
Testimonio Aumento de Pecho – A.R.
Mi nombre en Angela, tengo 32 años y no tengo hijos. Lo de la posibilidad de la operación de aumento de pecho empezó a rondarme por la cabeza hace muchos años, realmente empezó cuando todas mis amigas ya desarrolladas y con pechos grandes me habían dejado atrás en ese tema. Yo aún no necesitaba sujetador (ni de esos que se ponen las chicas cuando empiezan a desarrollar por el simple hecho de sentirse mayores) y mis pechos eran muy muy pequeños cuando ellas hablaban de tallas de sujetadores.
Si digo que eso me afecto muchísimo y que esta muy acomplejada mentiría. Es verdad que no me sentía a gusto con esa parte de mi cuerpo, pero con ayudas de rellenos, de hombreras y de todos los artilugios posibles para aparentar un par de tallas mas iba pasando el tiempo.
Pero esa idea, la de la operación siempre estaba ahí, rondando la cabeza. Siempre cobraba más fuerza en verano, ya que era toda una Odisea encontrar un bikini con el suficiente relleno para hacerme sentir bien (que ahora se encuentran con facilidad pero antes….ya digo, toda una Odisea). Cuando cumplí los 20 años mas o menos empecé a visitar cirujanos plásticos, pero nunca me decidí ya que se unía la poca confianza que me daban con los consejos que mi familia me daban («Acéptate tal y como eres», «Eres perfecta tal y como estas»,…)
Un día me hablaron de la clínica Mato Ansorena (ya con 32 años, sí me costo decidirme) y bueno después de los años se unió la confianza en Javier y que ya mi familia había asumido que esto no era un capricho, sino que fue una idea totalmente madurada y tomada a la ligera.
Y después que??… Pues comentaros que a mi realmente me comentaron chicas que ya se habían operado que el post operatorio era bastante doloroso. Yo no tuve muchos dolores y todo transcurrido de forma bastante normal, con lo único que se ha complicado mi operación ha sido en una de las cicatrices, cosa que se esta solucionando.
Para mi no fue el dolor físico, que existe aunque llevadero, fue la parte psicológica la mas importante. O cuento porque.
Cuando desperté de la operación lo primero que quería ver eran mis pechos nuevos, ya solo con el hecho de ver los dos bultos que se apreciaban por debajo de la sabana ya fue una alegría que se transformo en una gran alegría cuando conseguí que me levantaran la sabana y ver aquellas dos preciosidades.
Después del primer impacto y de una noche que no sabia ni lo que sentía pase unos 15 -20 días con altibajos de humor, a veces pensaba que cuando se me quitara la inflamación aquello quedaría my pequeño. Todo paso a la normalidad cuando me quitaron los puntos, cuando yo me ví con esos sujetadores tan estupendos que me había comprado, fue una sensación inexplicable. Algo con lo que había soñado tantas veces y ya era tangible, era maravilloso.
Hoy he ido a una revisión y todo va estupendamente, pero si es verdad que algunas noches me despierto y tengo que comprobar que están ahí, que son verdad. Lo mismo me pasa cuando me pongo un escote o simplemente cuando estoy en casa y me miro al espejo. Me digo a mi misma «ahora si me siento bien, ahora si me gusto,….parece mentira» y automáticamente sonrió. No supone ser feliz tener un pecho «normal» (yo tengo la 90 B ó C, dependiendo de la marca) pero un pellizquito de felicidad más si te aporta, eso seguro.
Yo estoy muy pero que muy contenta, de lo único que me arrepiento es que no me hubieran hablado antes de esta clínica.
Desde aquí quiero dar las gracias a todo el equipo medico ya que tuvieron que aguantar mis miles de preguntas (sobre todo Natalia, de la Clínica de Huelva) y que me trataron estupendamente durante el pre operatorio así como el postoperatorio y hasta la fecha que ya hace 5 meses.