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Más pecho, menos tripa, nada de arrugas… Hoy día, el bisturí se ha convertido en el mejor sucedáneo de esa varita mágica que con un toque nos transformaba en la princesa más hermosa en nuestras fantasías infantiles. Pero meterse en un quirófano no forma parte de ningún cuento. Es una decisión que debe ser tomada de forma madura y, por encima de todo, debe estar avalada por el criterio de un especialista.

revista-ultimate-necesitas-operarte-cirugia-estetica-madrid-sevillaEn la sociedad actual, meterse en un quirófano para transformar el aspecto físico “a demanda” se ha convertido en una actitud prácticamente equiparable a la de entrar en una boutique y salir con el fondo de armario renovado. Esto, que puede parecer una exageración o rozar la frivolidad, llega incluso a convertirse en habitual para muchas personas, hasta el punto de desencadenar en casos extremos una adicción a la cirugía estética, patología que ya ha pasado a formar parte de los manuales de psicología. Sin embargo, no es extraño que cada vez más las intervenciones de estética se consideren como una estrategia más para mejorar el aspecto físico, algo factible gracias a las nuevas técnicas menos invasivas.

El problema surge cuando una persona se somete a una cirugía estética absolutamente innecesaria e incluso desaconsejable desde el punto de vista estético y, lo que es peor, entra en una espiral en la que si no se “infiltra”, “retoca” o, directamente, “se opera”, nota un descenso en su autoestima que puede llegar a afectar incluso a su comportamiento social. Uno de los “efectos secundarios” de estas decisiones erróneas son las desproporciones de volúmenes labiales, pectorales, etc y los contrastes entre rostros “planchados” y cuerpos que revelan el paso del tiempo. Todo ello echa por tierra esa máxima de que la belleza reside en la armonía y la proporción.

¿Cuál es entonces la línea que separa una decisión “acertada” de un uso inadecuado de la cirugía estética?

Para casos en los que realmente existe un problema físico que puede mejorarse, la cirugía es realmente útil, pero previamente a esa determinación, sobre todo si se trata de una joven, habría que evaluar antes otras variables para asegurarse de que la decisión no se debe ni a una moda, ni a un capricho ni a un problema de autoestima.

¿Decisión meditada o capricho?

Según la página web de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, las categorías de pacientes que son buenos candidatos a someterse a una intervención de este tipo son dos:

1) Los que poseen una autoestima fuerte, son perfectamente conocedores de su imagen y tienen muy claro qué parte concreta de su anatomía quieren cambiar o mejorar.

2) Aquellos que tienen un defecto físico que les produce algún tipo de problema o ha afectado a su autoestima con el paso del tiempo. Según los expertos, los mejores pacientes potenciales son aquellos que tienen expectativas simples, concretas y, sobre todo, realistas.

revista-ultimate-necesitas-operarte-cirugia-estetica-madrid-sevillaPor tanto, si estás considerando someterte a una intervención de estética, no pierdas de vista el total de tu conjunto –puede que si tienes un cuerpo excesivamente menudo, unas prótesis voluminosas no sean la opción más acertada- y asegúrate de que tienes muy claro qué puedes esperar del resultado: el quirófano no es una “máquina de los deseos” capaz de transformar tu vida radicalmente. De hecho, lo único que puede hacer por ti la cirugía estética es cambiar la forma en la que tú te sientes respecto a ti misma… aunque tampoco te creas que tienes todas las garantías: hay otros muchos factores que inciden en este sentimiento. De hecho, a veces un pequeño retoque tiene más repercusión sobre la autoconfianza que una intervención más compleja. Motivos más o menos ocultos… y erróneos.

Es normal que cada vez que estamos de bajón nos vayamos de compras o a la peluquería en un intento por elevar nuestra moral mediante una ayudita externa. Sin embargo, y aunque en numerosas ocasiones el motivo que lo impulsa es el mismo, recurrir al bisturí como antidepresivo ya son palabras mayores. Muchas personas deciden operarse en sus épocas más bajas, cuando están pasando un mal momento anímico o como vía de escape para superar, por ejemplo, un desengaño amoroso. Este tipo de actitudes se ven propiciadas por el boom actual de la cirugía estética, actualmente al alcance de casi todo el mundo, y que está relacionado con una corriente que prima el “sentirse favorecida” por encima del “estar bien”.

Ideas claras

1) Operarse no es como comprarse unos zapatos. Tras la intervención es necesario pasar por un proceso de reajuste que tiene que hacerse lenta y progresivamente, ya que reconstruir una autoestima maltrecha lleva su tiempo.

2) Un peinado equivocado, un maquillaje poco favorecedor, unos kilos de más… hay muchas cosas de nuestro aspecto que no requieren bisturí y mejoran nuestra imagen. Así que antes de “cortar por lo sano”, prueba nuevas opciones de vestido o de maquillaje. Si no te resulta fácil, ponte en manos de un asesor de estilo.

3) No todo es cirugía: hay otras opciones para mejorar tu aspecto. “Muchas veces, tomamos la decisión de operarnos sin saber que existen otras maneras no tan drásticas que ofrecen los mismos resultados estéticos de la operación, e incluso, en ocasiones, los mejoran”.

4) El cirujano debería ser la persona que arrojara más luz sobre este asunto. El objetivo de un buen especialista ha de ser ayudar al paciente a que desarrolle expectativas realistas respecto a la intervención. Debe reiterar el mensaje de que el objetivo es la mejora, no la perfección. Desconfía si el tuyo insiste en operarte a toda costa.

Es una de las zonas del cuerpo que más sufre con los cambios de peso, los vaivenes hormonales y después del embarazo. A partir de los 30 años la grasa se acumula principalmente en los flancos y el vientre, lo que desdibuja la silueta. Por eso, perder cintura es una de las preocupaciones más habituales de las españolas. Lo demuestran datos de la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre), que calcula que en nuestro país se realizan unas 12.000 liposucciones al año (la intervención más frecuente tras la de aumento mamario). Concretamente, tiene más demanda que en las rodillas, los glúteos o la cara interna del muslo, según aseguran en el Instituto Javier de Benito (institutodebenito.com). La técnica se denomina minilipo: a través de unas incisiones de dos o tres milímetros se introducen unas cánulas muy finas que eliminan la grasa; no requiere ingreso y a la semana se puede hacer vida normal (desde 2.500 euros).

El quirófano es la opción más efectiva, pero no la única.

La doctora Blanca Vasco, de las clínicas Mato Ansorena (clinicasmatoansorena.com), propone como alternativa médica la mesoterapia lipolítica, que consiste en inyectar sustancias que favorecen la quema de grasa (90 euros/sesión). Pero, además, hay protocolos en cabina, rutinas de fitness y masajes que favorecen la recuperación o el mantenimiento de la cintura para superar la prueba del biquini… o del cinturón de moda.

Leer noticia original: http://www.elmundo.es/loc/

¿QUIÉN?

ELLA. Si hay alguien a quien la opinión pública y los medios miran con lupa, qué digo, escanean, a diario, ésa es la Reina Letizia. Todo lo que dice o hace, mejor dicho, todo lo que se pone o pincha es objeto de escrutinio nacional. Eso sí, ella es consciente de ello y se nota que en su cuarto de baño hay un espejo de mil aumentos por lo menos.

¿DÓNDE?

JAPÓN. La esposa de Felipe VI ha estado de visita oficial en Japón esta semana y, a su llegada, al bajar del avión, puso una cara muy diferente a la habitual. Sonrió, como siempre, pero su rostro estaba evidentemente más hinchado que otras veces. ¿Cansada tras 12 horas de vuelo? Bueno, eso el común de los mortales. Letizia es Reina de España y tiene avión con cama y maquilladora propias.

La pillamos claramente.

¿POR QUÉ?

ESO NOS PREGUNTAMOS TODOS. ¿Por qué se pincha tanta sustancia rejuvenedora si no llega a los 50 años? ¿Es porque viajaba al país de las cremas Shiseido y Kanebo? En LOC, preocupados por este pánico obsesivo a las arrugas que padece la Reina, hemos consultado al cirujano plástico Javier Mato-Ansorena. Se trata, sin duda, de un asunto de Estado. «Me parece un horror, pero quiero pensar que se trata de un efecto prematuro tras un tratamiento, la típica fase de inflamación como consecuencia de una infiltración, posiblemente ácido hialurónico», sostiene el médico.

«Confío en que en una semana esté mejor y que quien le haya hecho la intervención le haya puesto algún inyectable pasajero y no permanente tipo silicona, que siempre trae problemas. Los rellenos deben ser biodegradables, que los pueda eliminar el cuerpo en seis meses», añade Mato-Ansorena.

Según el doctor, en el caso de Letizia puede estar justificada una elevación de pómulos para equilibrar su cara y que resulte armónica, «pero en este caso el efecto es excesivo y poco natural. Espero que se le pase en unos días». Ea, así sea.

Acido Hialurónico - Restylane - Arrugas e hidratación

Acido Hialurónico - Restylane - Arrugas e hidratación - Madrid, Sevilla, Huelva, Valencia, Alicante, Palma de Mallorca, Barcelona

El eficaz tratamiento Acido Hialurónico (Restylane) hidrata y rejuvenece la piel de cara a la temporada estival.

Especializada en el desarrollo de las más avanzadas soluciones quirúrgicas y no quirúrgicas para la mejora de la calidad de vida, con más de 20 años de dedicación a la salud y al bienestar y con un total compromiso con el paciente como señas de identidad, Clínicas Mato Ansorena destacan como ejes gravitacionales de su actividad la alta cualificación de sus experimentado cuadro médico, la continua actualización de la plataforma tecnológica que emplean sus distintas unidades especializadas (Cirugía Estética, Medicina Estética, Medicina Antiaging, Tratamiento del Dolor y Wellbeing) y una metodología de trabajo basada en el estudio multidisciplinar de cada caso que tiene como objetivo realizar la más exhaustiva valoración de los problemas de cada paciente y analizar las diferentes alternativas que existen para solucionarlos.

Equipo de Cirugía y Medicina Estética liderado por el Dr. Javier Mato Ansorena, Cirujano Plástico, Estético y Reparador

En el prestigio alcanzado, que se refleja en el dinamismo de sus centros de Madrid, Sevilla, Huelva Valencia y Alicante, ha tenido mucho que ver la dirección del Dr. Javier Mato Ansorena, Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid y especializado en Cirugía general y del Aparato Digestivo; amigo y discípulo de l profesor Ivo Pitanguy en la Universidad Carlos Chagas de Río de Janeiro, en la que cursó la especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, su iniciativa ha hecho posible el diseño de un amplio abanico de posibilidades para combatir los efectos del paso del tiempo (sistemas anti flacidez, Microdermoabrasión, auto rejuvenecimiento por plasma, mesoterapia virtual….) corregir trastornos estéticos y controlar problemas de obesidad…propuestas a las que se suman numerosos programas de fisioterapia, osteopatía y masaje y una gran variedad de tratamientos contra el dolor (lumbalgias, hernias discales, artritis, artrosis, fibromialgias, cefaleas…).

Acido Hialurónico para hidratar y mejorar la calidad de la piel

Con la llegada del buen tiempo, y con le fin de conseguir que la piel luzca su mejor aspecto, los profesionales de la Clínica Mato Ansorena destacan la necesidad de mantener su adecuada hidratación y los espectaculares resultados que ofrecen en este sentido el ácido hialurónico, poniendo de relieve los diferentes tratamientos que pueden llevarse a cabo haciendo uso de la gama de productos Restylane, fabricados por el laboratorio de origen sueco Q-Med. Restylane , que hidrata la piel de forma natura desde el interior reponiendo el ácido hialurónico que el organismo va perdiendo con el paso del tiempo, es sin duda, el programa estrella; su aplicación, que se realiza a través de pequeñas inyecciones repartidas por el rostro, el cuello y las manos, estimula la producción de colágeno e impide el deterioro del colágeno preexistente, haciendo que disminuyan las rugosidades de la piel y que aumente su nivel de elasticidad: los resultados, visibles desde la primera sesión, son completamente naturales y ofrecen la oportunidad de que la piel recupere un descansado, luminoso y joven aspecto.

Tratamiento de choque con ácido hialurónico de cara al verano

De cara al verano, los expertos recomiendan un tratamiento de choque con Restylane Vital que tiene mes y medio de duración e incluye una sesión cada 15 días; desde la primera de ellas puede observarse un aumento del brillo, la luminosidad y el nivel de hidratación de la piel, que va engrosando paulatinamente sus diferentes capas y de este modo mejora progresivamente su calidad.