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seguridad de las prótesis mamarias
En los últimos meses ha surgido bastante polémica en torno a la seguridad de las prótesis mamarias. En este artículo, vamos a explicar todo lo referente a los implantes y protocolos de seguridad que las Clínicas Mato Ansorena llevan aplicando desde hace 22 años, garantía de profesionalidad y calidad.

seguridad de las prótesis mamarias

Tipos de prótesis mamarias: por qué usar implantes Mentor

En primer lugar, os vamos a hablar del tipo de prótesis mamarias que utilizamos en nuestras clínicas. Sólo utilizamos prótesis de Allergan y Mentor, por ser las únicas del mundo que están aprobadas por la FDA americana (Food & Drugs Administration).

Este organismo es el más prestigioso a nivel internacional por la rigurosidad de sus estudios clínicos y sus altos estándares de calidad. Muchas marcas de prótesis sólo cuentan con el certificado CEE (Comunidad Económica Europea), pero éste es sólo un sello burocrático de manufactura, que no proporciona ninguna garantía sobre la calidad y seguridad de los implantes mamarios.

Registro de las prótesis mamarias

En España es obligatorio que, en las Clínicas dedicadas a actividades de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, se lleve un control exhaustivo de las prótesis que se implantan. Esto se consigue mediante el registro de las mismas a nombre del paciente. Así, la documentación y garantías del implante mamario se ha de entregar siempre al paciente después de la intervención.

Seguridad de las prótesis mamarias

Las Clínicas Mato Ansorena remiten a cada paciente un resumen de la circular que SECPRE (Sociedad Española de Cirujanos Plásticos, Reparadores y Estéticos) junto con ICOBRA (Colaboración Internacional de Actividades de Registro de Mamas) ha puesto a disposición de todos los miembros activos de la Sociedad, y que se resume en los siguientes puntos:

  • Los implantes mamarios son seguros, aunque pueden tener, en ocasiones, efectos secundarios muy raros o graves.
  • Las mujeres con implantes mamarios que presentan estos efectos secundarios deben tomárselos en serio, recibir apoyo y examinarse.
  • El BIA-ALCL es muy poco frecuente y, por lo general, se puede tratar con facilidad.
  • Se necesita más investigación sobre la vinculación de las prótesis mamarias y las enfermedades auto-inmunes y otros síntomas (ASIA/BII).

Por todo ello, aconsejamos a nuestras pacientes:

  • Cuando tengan preguntas, sobre todo si les preocupan síntomas que puedan estar relacionados con sus implantes, consulten a sus cirujanos.
  • Asegúrese de estar completamente informadas por fuentes de confianza antes de someterse a una cirugía de implantes mamarios para cualquier indicación.
  • Registre sus implantes y cirugías en la base de datos nacional.

 

Curiosidades sobre las prótesis mamarias

El Dr. Mato Ansorena a continuación explica las 10 cosas que no sabías de los implantes:

  1. DURACIÓN.La pregunta “cuánto dura un implante de mama” requiere una explicación. Aunque la cirugía ha avanzado mucho, aún es difícil encontrar unos implantes mamarios que duren de por vida, sin necesidad de revisiones o posibilidades de rotura. La mayoría de ellos conllevan un cambio, además del seguimiento que debemos tener de su estado.
  2. ANESTESIA. ¿Implantes de mama con anestesia local o general? Lo normal es aplicar anestesia general, aunque el médico puede optar por anestesia local o medicamentos especiales para dormir la zona. Hay que intervenir en ambiente hospitalario.
  3. TIPOS. Hay varios tipos de relleno: silicona, silicona cohesiva y suero salino. El 90% de los implantes en España son de silicona. En cuanto a la forma los hay redondos (los más utilizados) y anatómicos, muy naturales, algo más duros y se pueden rotar.
  4. MARCAS. Las mejores prótesis son las americanas porque ofrecen más fiabilidad y control por la FDA; las marcas mejor valoradas son Allergan y Mentor, como ya hemos comentado anteriormente.
  5. ¿SE PUEDEN ROMPER LAS PRÓTESIS MAMARIAS?. No suele pasar, pero debido a accidentes graves o traumatismos severos, se podrían producir roturas. En este caso es de vital importancia acudir al médico lo antes posible.
  6. ZONA DE COLOCACIÓN. Las mejores vías de acceso son la axilar (la más utilizada en pacientes jóvenes ya que la cicatriz es invisible) y la submamaria. Las areolares dejan cicatrices malas, muy visibles y tienes que atravesar la mama. La mejor y más común localización es la submuscular que permite hacer mejor la mamografía postoperatoria.
  7. MAMOGRAFÍAS. Hay que realizar siempre una mamografía antes de la cirugía. Para ecografías mamarias posteriores a la operación, la paciente debe advertir que tiene prótesis para que realicen tomas oblicuas o laterales.
  8. SEGUIMIENTO Y REVISIONES. Son necesarias para asegurar que todo ha salido bien y que, con el transcurso de los años, los implantes siguen en perfectas condiciones.
  9. HÁBITOS. Las personas que deciden someterse a este tipo de intervenciones deben saber que dejar de fumar es el primer paso para una recuperación rápida, precisamente porque el tabaco influye mucho en el estado de nuestra piel.
  10. 10. RESULTADOS. En nuestro caso, con más de 1000 prótesis implantadas, los resultados han sido que el 98% de las pacientes han demostrado mejor autoestima, mejor autoimagen, mejora en las relaciones sexuales, mayor seguridad, mejora en las relaciones de pareja.

 

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Más pecho, menos tripa, nada de arrugas… Hoy día, el bisturí se ha convertido en el mejor sucedáneo de esa varita mágica que con un toque nos transformaba en la princesa más hermosa en nuestras fantasías infantiles. Pero meterse en un quirófano no forma parte de ningún cuento. Es una decisión que debe ser tomada de forma madura y, por encima de todo, debe estar avalada por el criterio de un especialista.

revista-ultimate-necesitas-operarte-cirugia-estetica-madrid-sevillaEn la sociedad actual, meterse en un quirófano para transformar el aspecto físico “a demanda” se ha convertido en una actitud prácticamente equiparable a la de entrar en una boutique y salir con el fondo de armario renovado. Esto, que puede parecer una exageración o rozar la frivolidad, llega incluso a convertirse en habitual para muchas personas, hasta el punto de desencadenar en casos extremos una adicción a la cirugía estética, patología que ya ha pasado a formar parte de los manuales de psicología. Sin embargo, no es extraño que cada vez más las intervenciones de estética se consideren como una estrategia más para mejorar el aspecto físico, algo factible gracias a las nuevas técnicas menos invasivas.

El problema surge cuando una persona se somete a una cirugía estética absolutamente innecesaria e incluso desaconsejable desde el punto de vista estético y, lo que es peor, entra en una espiral en la que si no se “infiltra”, “retoca” o, directamente, “se opera”, nota un descenso en su autoestima que puede llegar a afectar incluso a su comportamiento social. Uno de los “efectos secundarios” de estas decisiones erróneas son las desproporciones de volúmenes labiales, pectorales, etc y los contrastes entre rostros “planchados” y cuerpos que revelan el paso del tiempo. Todo ello echa por tierra esa máxima de que la belleza reside en la armonía y la proporción.

¿Cuál es entonces la línea que separa una decisión “acertada” de un uso inadecuado de la cirugía estética?

Para casos en los que realmente existe un problema físico que puede mejorarse, la cirugía es realmente útil, pero previamente a esa determinación, sobre todo si se trata de una joven, habría que evaluar antes otras variables para asegurarse de que la decisión no se debe ni a una moda, ni a un capricho ni a un problema de autoestima.

¿Decisión meditada o capricho?

Según la página web de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, las categorías de pacientes que son buenos candidatos a someterse a una intervención de este tipo son dos:

1) Los que poseen una autoestima fuerte, son perfectamente conocedores de su imagen y tienen muy claro qué parte concreta de su anatomía quieren cambiar o mejorar.

2) Aquellos que tienen un defecto físico que les produce algún tipo de problema o ha afectado a su autoestima con el paso del tiempo. Según los expertos, los mejores pacientes potenciales son aquellos que tienen expectativas simples, concretas y, sobre todo, realistas.

revista-ultimate-necesitas-operarte-cirugia-estetica-madrid-sevillaPor tanto, si estás considerando someterte a una intervención de estética, no pierdas de vista el total de tu conjunto –puede que si tienes un cuerpo excesivamente menudo, unas prótesis voluminosas no sean la opción más acertada- y asegúrate de que tienes muy claro qué puedes esperar del resultado: el quirófano no es una “máquina de los deseos” capaz de transformar tu vida radicalmente. De hecho, lo único que puede hacer por ti la cirugía estética es cambiar la forma en la que tú te sientes respecto a ti misma… aunque tampoco te creas que tienes todas las garantías: hay otros muchos factores que inciden en este sentimiento. De hecho, a veces un pequeño retoque tiene más repercusión sobre la autoconfianza que una intervención más compleja. Motivos más o menos ocultos… y erróneos.

Es normal que cada vez que estamos de bajón nos vayamos de compras o a la peluquería en un intento por elevar nuestra moral mediante una ayudita externa. Sin embargo, y aunque en numerosas ocasiones el motivo que lo impulsa es el mismo, recurrir al bisturí como antidepresivo ya son palabras mayores. Muchas personas deciden operarse en sus épocas más bajas, cuando están pasando un mal momento anímico o como vía de escape para superar, por ejemplo, un desengaño amoroso. Este tipo de actitudes se ven propiciadas por el boom actual de la cirugía estética, actualmente al alcance de casi todo el mundo, y que está relacionado con una corriente que prima el “sentirse favorecida” por encima del “estar bien”.

Ideas claras

1) Operarse no es como comprarse unos zapatos. Tras la intervención es necesario pasar por un proceso de reajuste que tiene que hacerse lenta y progresivamente, ya que reconstruir una autoestima maltrecha lleva su tiempo.

2) Un peinado equivocado, un maquillaje poco favorecedor, unos kilos de más… hay muchas cosas de nuestro aspecto que no requieren bisturí y mejoran nuestra imagen. Así que antes de “cortar por lo sano”, prueba nuevas opciones de vestido o de maquillaje. Si no te resulta fácil, ponte en manos de un asesor de estilo.

3) No todo es cirugía: hay otras opciones para mejorar tu aspecto. “Muchas veces, tomamos la decisión de operarnos sin saber que existen otras maneras no tan drásticas que ofrecen los mismos resultados estéticos de la operación, e incluso, en ocasiones, los mejoran”.

4) El cirujano debería ser la persona que arrojara más luz sobre este asunto. El objetivo de un buen especialista ha de ser ayudar al paciente a que desarrolle expectativas realistas respecto a la intervención. Debe reiterar el mensaje de que el objetivo es la mejora, no la perfección. Desconfía si el tuyo insiste en operarte a toda costa.

Es una de las zonas del cuerpo que más sufre con los cambios de peso, los vaivenes hormonales y después del embarazo. A partir de los 30 años la grasa se acumula principalmente en los flancos y el vientre, lo que desdibuja la silueta. Por eso, perder cintura es una de las preocupaciones más habituales de las españolas. Lo demuestran datos de la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre), que calcula que en nuestro país se realizan unas 12.000 liposucciones al año (la intervención más frecuente tras la de aumento mamario). Concretamente, tiene más demanda que en las rodillas, los glúteos o la cara interna del muslo, según aseguran en el Instituto Javier de Benito (institutodebenito.com). La técnica se denomina minilipo: a través de unas incisiones de dos o tres milímetros se introducen unas cánulas muy finas que eliminan la grasa; no requiere ingreso y a la semana se puede hacer vida normal (desde 2.500 euros).

El quirófano es la opción más efectiva, pero no la única.

La doctora Blanca Vasco, de las clínicas Mato Ansorena (clinicasmatoansorena.com), propone como alternativa médica la mesoterapia lipolítica, que consiste en inyectar sustancias que favorecen la quema de grasa (90 euros/sesión). Pero, además, hay protocolos en cabina, rutinas de fitness y masajes que favorecen la recuperación o el mantenimiento de la cintura para superar la prueba del biquini… o del cinturón de moda.

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