La mamosplastia de reducción es una intervención que extrae tejido mamario, piel y tejido graso del pecho para minimizar su tamaño. En la misma intervención se puede modificar la posición de las mamas y el complejo areola-pezón para recolocarlos en su posición inicial. También se puede reducir el tamaño de la areola. Aunque este procedimiento es más frecuente en mujeres, sobretodo en aquellas con hipertrofia severa, también puede realizarse en hombres. En estos casos, hablamos de ginecomastia.
La reducción de senos es, normalmente, una intervención más funcional que estética y tiene asociadas algunas complicaciones y características que hay que tener muy en cuenta. Según la edad, expectativas de lactancia, calidad de la piel o grado de hipertrofia será aconsejable hacer la reducción con una técnica quirúrgica u otra. El Doctor Mato Ansorena explica cada técnica y quién es la paciente ideal:
Reducción de pecho: ¿Qué técnica es las más adecuada en cada caso?
1. Técnica de Pedículo.
Se llama así, porque deja anclado un tallo que conecta los tejidos mamarios. Es la técnica más frecuente. Está especialmente indicada en mujeres jóvenes con algún grado de gigantomastia severa. Preserva la sensibilidad del CAP (Complejo areola-pezón) y no pone en riesgo la posibilidad de tener lactancia si la mujer se queda embarazada, gracias a que se mantiene indemne la vascularización del pezón. Hay varias maneras de realizar la técnica que influyen en la forma final de la cicatriz postoperatoria; en forma de J, L o T invertida según se emplee una u otra.
- La técnica del pedículo inferior: Mantiene el complejo areola-pezón anclado a un tallo que conecta los tejidos en la porción inferior de la glándula. Este tipo de operación es la más utilizada cuando se requiere resecar gran cantidad de tejido pero se quiere preservar la indemnidad vascular del pezón, para que éste no pierda sensibilidad.
- Le técnica del pedículo superior: Es más frecuente que la inferior y está indicada en pacientes con hipertrofia mamaria leve o moderada. En éste caso, el riego sanguíneo que ‘alimenta’ a la areola llegará a las partes superiores de la mama. Al igual que en su vertiente inferior, salvaguarda la sensibilidad y funcionalidades del CAP
- La técnica bipediculada: La única diferencia con la anterior es que la irrigación de la areola y pezón, se produce en ambos polos.
2. Injerto libre del pezón.
Esta técnica se utiliza mucho menos que la del pedículo. En ella, el pezón y la areola se despega en su totalidad del tejido mamario, y después se recoloca. En la mayoría de casos, gracias a la técnica del pedículo esto no es necesario. Sin embargo en pacientes con enfermedades de alto riesgo o edad avanzada, suele recomendarse esta vía si se busca una reducción de pecho. La principal desventaja es que el CAP pierde sus sensibilidad, y como se extirpa de los conductores que lo mantienen irrigado, también puede perderse la capacidad de dar el pecho.
3. Liposucción.
Es una técnica que consiste en retirar el exceso de tejido adiposo -o graso- mediante cánula. Cuenta con la desventaja de que las cánulas introducidas en la mama, no pueden aspirar el tejido mamario, por lo que el vaciado del pecho será mucho menor que utilizando las dos vías anteriores. Es además, una vía de mamoplastia de reducción menos invasiva. Cuenta con la desventaja de que no puede modificarse o elevarse el pecho, ni tampoco la areola. Por ello, se recomienda en tallas medias y personas que no quieran una cicatriz visible, así como aquellos casos que no tengan ptosis u otras formas anómalas en los senos.
Aspectos esenciales a tener en cuenta sobre la reducción de pecho.
- En la primera consulta: El cirujano valorará cada caso de forma individual atendiendo a varios aspectos. Entre los más importantes: las expectativas del paciente, el tipo de mama y/o patología, la calidad de la piel o si hay antecedentes de cáncer de mama, para lo que será conveniente realiza una mamografía/ ecografía según la edad.
- ¿Cómo es la intervención? Por lo general la operación se realiza con anestesia general y dura entre 2 y 4 horas, dependiendo del caso. Lo que más tiempo lleva es el proceso de sutura que se lleva a cabo tras el vaciado.
- ¿Para quién está indicada? Está indicada en pacientes con gigantomastia o pechos muy grandes que interfieren con la calidad de vida de la paciente en forma de: dolor de espalda, dolor de cuello, complejo psicológico, incapacidad de hacer deporte cómodamente….etc.
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